A codazos por la última Monster High de la tienda

Tres, dos, uno, cero... Comienza la locura. Carreras hacia el mostrador de las muñecas. "No corran que se van a caer". Nada. Ni caso a los empleados. "Es que si no corro me quedo sin regalo de Reyes para la chiquilla". Forcejeos varios, algún que otro grito. "Esa muñeca es mía, que tú estabas detrás de mí en la cola". "Haber corrido más", le contestan. Y el premio: hacerse con una muñeca de la serie Monster High, la gran seducción de los niños este año y que se repite en las cartas a los reyes Magos como el ajo en la comida.
Las colas ante una conocida tienda de juguetes del centro comercial Las Arenas se han convertido en una costumbre en las últimas semanas por la ansiedad de los padres y otros familiares de contentar los caprichos de los niños. Las Monster High, unas muñecas de aspecto un tanto siniestro, y los Beyblade, una especie de peonza futurista, son los juguetes revelación, los que todos quieren y los que menos abundan. Además, la única tienda que los tiene es la de Las Arenas, y los saca con cuentagotas para desesperación de los clientes que repiten cola a diario sin saber si hoy estarán en el mostrador o no. "Y encima no aceptan reservas y ni te cogen el teléfono", se queja una señora de Telde para ponerse a la cola a las nueve de la mañana, una hora antes de que abra la tienda.
"Eso no es nada, yo estoy aquí desde las siete y media de la mañana", afirma Alberto, que por algo es el primero de la cola. "Esto es tercermundista porque la tienda pone cien muñecas o lo que sea y hay gente que se las lleva de veinte en veinte, ya podían controlarlo", asegura otra mujer de la cola. "Yo llevo viniendo cuatro días y ya ha habido gente que se me acerca a preguntarme si regalan algo porque no entienden que la cola sea para comprar", interviene de nuevo Alberto.
Los corrillos de clientes que se forman a las puertas coinciden en lo mismo. "Es una pérdida de tiempo, pero vale la pena por la ilusión de los niños, ¿qué le vamos a hacer?", afirma Esther. "Cuando tienes niños como si hay que ir a La Aldea a buscarlo", afirma Noelia, que llega de Valsequillo para buscar una Monster High. "Yo no sé ni qué es el muñeco ese, pero vengo para hacerle un favor a mi prima que está trabajando".