Después de hacer enloquecer a los Reyes Magos en las navidades pasadas tras ‘desaparecer’ de las jugueterías, las muñecas Monster High se han convertido ahora en la novedad de las monas de este año.
Así lo confirma Josep Roquet, presidente del gremio de pasteleros de Tarragona, quien reconoce que él mismo se vio sorprendido cuando comenzaron a pedirle monas con las figuras de las muñecas.
Y allí se las puede ver, este año no fallan en las pastelerías, acompañadas de sus ataúdes y demás ‘complementos’. Y es que, para quien no las conozca, valga decir que las muñecas son las hijas adolescentes de algunos monstruos célebres como Frankenstein, Drácula, el Hombre lobo o el Monstruo de la Laguna Negra.
Las expectativas de los pasteleros este año indican que se venderá el mismo número que el año pasado (unas 100.000 en toda la provincia), aunque serán de menor tamaño y, en consecuencia, de menor coste.
30 euros de media
Los pasteleros catalanes calculan que cada familia se gastará, de media, 30 euros en la figura y el pastel, aunque en las pastelerías hay precios para todos los gustos. Desde los 10 hasta lo que se quiera pagar. Y entre ese «lo que se quiera pagar» encontramos una imponente copa de la Champions que cuando esté lista rondará los 150 euros.
Justamente el pastelero que levanta la copa es Toni Teuler, de la pastelería Trill, quien explica que de las monas artesanales se paga, sobre todo, el trabajo, y muestra una reproducción de la aldea de Los Pitufos con setas-vivienda, árboles y puentes. Le llevó dos días de trabajo elaborarla, pero aunque la tiene en el escaparate, no la vende; dice que no tiene precio porque es para su ahijado de 3 años.
Además de las Monster High y los Pitufos, resucitados gracias a la película más reciente, también abundan este año las monas de Hello Kitty, Dora la Exploradora, Tintín, Bob Esponja y clásicos como el Fútbol Club Barcelona, con distintos motivos, como la famosa manita.
Tampoco faltan motivos más locales, como el Nàstic y las figuras del Club dels Tarraconins, que se pueden encontrar en las pastelerías Conde, Palau, Rabasó y Trill.
El presidente del gremio explica que cada vez son más quienes optan sólo por la figura de chocolate y van dejando de lado el pastel. «El chocolate aguanta más y se puede regalar con más tiempo. No obstante, eso no quita que se siga vendiendo, por encargo, la mona tradicional, un rosco de brioche con sus huevos duros encima. En la pastelería Roquet se agrupan unas cuantas esperando a sus dueños en el escaparate.
Competencia desleal
Roquet, no obstante, reconoce que la competencia de las monas industriales que se venden en las grandes superficies hacen mucho daño. Además, este año se habría sumado incluso más competencia. El gremio de Lleida, por ejemplo, denunció que han detectado la venta de monas en establecimientos que no se dedican a la alimentación o no autorizados para vender este tipo de productos, como locutorios, videoclubs, tiendas de todo a 1 euro o carnicerías.
Menos le preocupa a Roquet el ‘hágalo usted mismo’, una fórmula que también gana fuerza, ya que cada vez es más común encontrar las bases de pastel y hasta los elementos decorativos para hacer la mona en casa. Roquet cree que la fórmula no le hace daño, todavía es minoritaria y requiere tiempo. «Tiene que gustarte cocinar y debes dedicarle al menos una tarde».
Articulo de http://www.diaridetarragona.com
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