Por una Monster High ma-to

La famosa frase de Belén Estéban (yo por mi hija ma-to) bien podría servir para lo que está pasando con las Monster High, las muñecas de moda que hacen furor entre las niñas y que se han convertido en las estrellas en las cartas a los Reyes Magos.

El caso es que estas muñecas, una colección que parece inspirada en la familia Monster y que representa a los hijos adolescentes de los monstruos de toda la vida como Drácula, el doctor Hyde , el abominable hombre de las nieves, Frankesteein o el hombre lobo son el boom de la temporada. Hay hasta ocho modelos distintos y (las muñecas y sus innumerables accesorios) se han convertido en el juguete preferido de las niñas. Clawdieen Wolf, la hija del hombre lobo, es la más solicitada, según fuentes de la juguetería Osorno.Como la demanda ha ido creciendo a lo largo de los últimos meses, ahora ya están prácticamente agotadas en todos los comercios que han decidido ir sacándolas con cuentagotas, cada día unas cuantas, para evitar problemas como el que ocurrió hace unos días en un comercio sevillano. Dos mujeres llegaron a la tienda, agarraron la muñeca cada una por un lado y, como ninguna de ellas se decidía a soltarla, acabaron tirándose de los pelos. Aunque no hubo que lamentar desgracias, el problema ha ido a más. De hecho, las discusiones por la muñeca son una constante en los establecimientos. Seguramente por eso en la cadena de jugueterías Toys'r'us han decidido poner orden y dar números. «Tuvimos que poner números porque la gente salía corriendo a primera hora por la muñeca y se hacía daño por coger el juguete de la estantería», aseguró un empleado.Como si fuera la cola de la pescadería, cada mañana a primera hora cientos de personas acuden a los centros comerciales y recogen número. La cola que se forma es tremenda. No se venden como el resto de productos; en este caso no se coge la muñeca y se paga en caja, ya que se despachan en la mesa central. Asimismo, la empresa también ha puesto un límite para evitar que cada persona se lleve un gran número de estas muñecas, a fin de que queden existencias para ser recogidas por los Reyes Magos. Algunas tiendas dan dos o tres como máximo y van dosificando la cantidad que sacan a la venta para evitar que se acaben ante de tiempo. «Mi marido, que trabaja en Los Barrios, me la ha traído de allí», decía una señora a otra en la puerta de una tienda. Otro padre desesperado también comentaba: «A mí me falta el dormitorio de Clawdeen». Pues ya sabe lo que tiene que hacer. Armarse de paciencia, hacer cola y coger número. Y que finalmente tenga suerte.

Gracias a ABC