jueves, 22 de diciembre de 2011

Tortas por una Monster High


Increíble pero cierto. Si han visto ustedes la película Un padre en apuros, de Arnold Schwarzenegger, recordarán a ese padre desesperado buscando al muñeco Turboman por toda la ciudad, para no desilusionar en Navidad a su hijo de cinco años. Cambie usted a Turboman por una de las muñecas de la saga Monster High y entenderá perfectamente el fenómeno que se está viviendo estos días en muchos de los centros comerciales de la Bahía.

Desde hace varias semanas cientos de padres acuden cada mañana, a primera hora, a las puertas de centros comerciales como El Paseo, en El Puerto, o Bahía Sur en San Fernando para hacer cola y esperar hasta las diez de la mañana, hora de apertura de los comercios, a la espera de que hayan repuesto mercancía y poder hacerse con una de las ansiadas muñecas que fabrica la marca Mattel.

Ya el año pasado por estas fechas las Monster High desaparecieron de las estanterías de todos los comercios y la reventa comenzó a funcionar de un modo espectacular, con anuncios en Internet que pedían por uno de estos juguetes hasta 50 euros, cuando su precio real rondaba los 20.

Aunque las muñecas volvieron a las tiendas hacia el mes de febrero y se han vendido durante todo el año con normalidad, ya desde el principio de esta campaña navideña el fenómeno se ha vuelto a repetir pero aumentado al cuadrado, de manera que las muñecas han desaparecido de los comercios pero las grandes superficies cada cierto número de días reponen la mercancía que les va llegando, lo que ha creado una especie de psicosis colectiva entre los padres en apuros que buscan una de estas muñecas.

Desde hace ya varias semanas los centros comerciales de la zona están siendo escenarios incluso de peleas y malos modos entre los clientes, y en alguna ocasión ha llegado a haber hasta empujones y tirones de pelo, una imagen desde luego muy poco edificante en plenas fiestas prenavideñas.

Ayer, sin ir más lejos, a las nueve en punto de la mañana había ya una larga fila de coches esperando a las puertas del aparcamiento subterráneo del centro comercial El Paseo. El objetivo de los conductores era esperar a que abrieran la baraja del garaje para llegar en coche hasta la puerta más cercana al Toys'r'us, donde ayer se esperaba un cargamento de muñecas. Hacia las nueve y media de la mañana un guarda de seguridad abría la barrera y los coches comenzaban a acceder al parking, aunque previamente varias personas a pie, a la carrera, bajaban por la rampa destinada únicamente a vehículos para tratar de ganar tiempo.

Una vez a las puertas de la tienda, con peleas incluidas por supuestos cueles, un empleado de la tienda iba repartiendo un ticket con el nombre y el precio de la muñeca (hay varios modelos, todas ellas hijas de algún célebre monstruo como Drácula, Frankestein, el hombre lobo o el abominable hombre de las nieves) y cada uno de los afortunados que obtenía este recibo ya podía acudir a la caja para proceder a su pago (unos 26 euros) y posteriormente retirar la mercancía en un mostrador habilitado al efecto.

Algunas de las personas que se encontraban en la cola, que se habían enterado del procedimiento a través del boca a boca, expresaban su incredulidad ante esta situación pero como decían algunos de ellos, "quién no hace lo imposible por conseguir para su hija el regalo que más desea".

Otros participaban en esta situación sorprendidos incluso de estar siendo partícipes de algo así, mientras que otros se mostraban indignados y consideraban que toda esta puesta en escena no es más que una estrategia de los comercios para crear expectación y obligar a la gente a visitar un día sí y otro también sus establecimientos.

Otros comercios como el Carrefour han tenido que recurrir también a la entrega de vales de reserva para evitar el lamentable espectáculo que se vivió en centros comerciales como Bahía Sur o El Paseo en las primeras semanas de escasez de la colección, con personas apelotonadas a las puertas de la tienda a la espera de su apertura y con las posteriores carreras y peleas por llegar a la meta.

Y es que ni siquiera en Internet es fácil conseguir una de estas muñecas, que se han ido dosificando desde la fábrica a cuentagotas, no se sabe si por una falta de previsión o por una mera estrategia comercial. De hecho, en los primeros días de esta vorágine, cuando los centros comerciales aún no habían tenido que poner orden en la avalancha de demandantes, era moneda común ver a algunas personas acaparando muñecas, con el evidente fin de revenderlas posteriormente. En Internet la lista de ofrecimientos es extensa y el portal e-buy, por ejemplo, recoge un sinfín de anuncios en los que se ofertan las codiciadas muñecas a un precio muy superior al de las tiendas.

Otros establecimientos de la zona como la tienda Juguetelandia han optado por sortear el 'botín' entre sus clientes de una manera más civilizada. Así, en la página web de esta tienda se explica que recibirán un cargamento con 150 muñecas a final de este mes y afirman que sortearán los ejemplares que reciban entre los solicitantes, previa inscripción de solicitud, aunque eso sí, solo se puede solicitar una muñeca por persona.

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Un Viaje La Mar De Monstruoso

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